Colección: Trembolonas

La trembolona es un esteroide anabólico extremadamente potente, es considerado por varios atletas, fisicoculturistas, o modelos de fitness, como el esteroide más efectivo y además versátil que puedan tener a su disposición. Comparada con la testosterona, la trembolona es 5 veces más anabólica y más androgénica.

A grandes rasgos, el consumidor obtendrá un aumento en la masa muscular magra, reducción de la grasa corporal, apariencia rocosa y dureza a sus músculos, un aumento increíble de la fuerza, y la retención de líquido será inexistente. Es por ello que es una de las sustancias favoritas entre los modelos de fitness.

Dentro de las cualidades únicas que diferencian a la trembolona de los demás esteroides, encontramos que ésta tiene la habilidad de promover enormemente la segregación de Factor de Crecimiento Insulínico Tipo-1 (IGF-1, por sus siglas en inglés), la cual es una hormona extremadamente anabólica, y muy importante para la recuperación y rejuvenecimiento. Esta hormona afecta a prácticamente cualquier célula presente en el cuerpo, y juega un papel importante en los tejidos musculares, ligamentos, tendones, cartílagos, así como en el sistema nervioso central y el sistema respiratorio.

A diferencia de los esteroides utilizados para adquirir volumen muscular, la trembolona posee una afinidad enorme hacia los receptores androgénicos (similar a como ocurre con los derivados de la DHT). Entre más fuerte es la vinculación de un esteroide con estos receptores, mayor será el aumento del metabolismo y la promoción directa de la lipólisis (quema de grasa). Por lo tanto, no solo tiene el poder de aumentar la masa muscular y la fuerza, sino que también reduce la grasa corporal al mismo tiempo.

Otra de las cualidades exclusivas de la trembolona, es su capacidad para eficientizar el uso de los alimentos consumidos. La alimentación es de las partes más importantes de cualquier plan de acondicionamiento físico, y es de ahí de donde se adquieren los nutrientes necesarios para el cuerpo humano, sin embargo, éste solamente aprovecha cada nutriente en cierto grado. Al incluir el uso de trembolona, cada uno de los nutrientes provistos podrán ser utilizados con una taza mucha mayor de eficacia.

Por último, la trembolona comparte algunas de las características que la testosterona también, solamente que éstas serán aún más pronunciadas y eficientes al momento de utilizar trembolona. Dichas características incluyen una más elevada síntesis de proteínas y aumento de la retención de nitrógeno en los músculos, así como en el grado de recuperación de los mismos. También reduce la cantidad de hormonas glucocorticoides (responsables del acumulamiento de grasa y del catabolismo, por ejemplo, el cortisol). Y concluye con una multiplicación en el conteo de glóbulos rojos presentes en la sangre.

Antes que nada, ninguno de los siguientes efectos secundarios se garantiza 100% que puedan suceder, dependerá mucho de la dosis utilizada, y de la predisposición que la persona tenga a experimentar este tipo de síntomas. Sin embargo, todos ellos pueden ser fácilmente controlados ajustando correctamente las cantidades a utilizar, o con ayuda de protectores. A continuación, se irán mencionando desde los más comunes que puedan ocurrir, seguido por los más raros.

Primero, los más comunes efectos secundarios que se pueden aparecer son los mismos que con cualquier otro esteroide, por un lado, tenemos los de naturaleza androgénica, como algo de acné, piel grasa, pérdida de cabello, agresividad o desarrollo de más bello facial y corporal. Por otro lado, la trembolona no es tóxica en absoluto para el hígado, pero hay una ligera afección al perfil de lípidos en sangre del consumidor, que fácilmente puede volver a la normalidad haciendo algo de ejercicio cardiovascular y dejando de consumir grasas saturadas.

Segundo, dosis extremadamente altas pueden causar insomnio, ansiedad, sudoraciones nocturnas, depresión, o hasta una aceleración del ritmo cardiaco. También pudiera ser el caso en algunos pocos usuarios que no respondan muy bien a la sustancia (como cuando algunas personas pueden tomar leche y otras simplemente no).

Para finalizar, aunado a todo lo anterior, la trembolona no aromatiza (o sea, que no se convierte a estrógeno), por lo tanto, son imposibles de ocurrir los efectos secundarios de naturaleza estrogénica, tales como retención de líquido, o el aumento de la presión sanguínea, sin embargo, la trembolona sí es capaz de desarrollar ginecomastia aún a pesar de la ausencia de aromatización.

La razón por la que esto ocurre es debido a que tiene una gran afinidad hacia los receptores de progesterona. La progesterona, tiene la habilidad de estimular el mecanismo estrogénico en el tejido mamario. Así mismo, la progesterona en conjunto con un elevado nivel de estrógenos, aumenta la cantidad de prolactina en el cuerpo, responsable también de ocasionar un tipo distinto de ginecomastia inducida por una hiperprolactinemia en el hombre, que, en el peor de los casos, pudiera presenciarse hasta una ligera lactancia. Pero no es para asustare, es verdaderamente muy, pero muy raro que esto ocurra, la gran mayoría de los hombres no tienen problema alguno con esto.

Para prevenirlo, la trembolona debería ser limitada a no ser usada en conjunto con esteroides aromatizantes, o bien, asegurarse de utilizar un anti estrógeno (que, de todas maneras, es prácticamente obligatorio de ser usado en la mayoría de los ciclos de esteroides de volumen para hombres). Por otro lado, el uso de un inhibidor de la prolactina, como lo es la Cabergolina, otorgaría toda la protección necesaria contra la aparición de ginecomastia si es que la persona es muy propensa a desarrollarla, o si se van a utilizar grandes dosis de trembolona.

Si es la primera vez utilizando trembolona, una dosis mínima para iniciar debería ser de 150mg semanales, cada dos semanas se puede ir aumentando la dosis para ir testeando qué tan bien está siendo tolerada, y así evitar al máximo sus efectos secundarios. Usuarios un poco más experimentados en el uso de esta sustancia, han encontrado que 300 a 500mg en total por semana, es lo más que pudieran necesitar, y sencillo de tolerar. Algunos exceden de esta cantidad semanal durante las etapas de definición, pero esto incrementa enormemente el riesgo a sufrir los efectos secundarios.

Existe Trembolona Acetato, Enantato, Hexahidrobenzilcarbonato, y Tri-trembolona, la diferencia está en que el acetato tiene una duración corta en el cuerpo humano lo que la hace más adecuable para un ciclo de definición o para usuarios principiantes que apenas están averiguando qué dosis es la óptima para ellos. Las demás formas de trembolona poseen una duración larga preferible para ciclos de volumen o para usuarios más experimentados. La trembo acetato debe ser inyectada al menos un día sí y dos no, o hasta diario, a diferencia de los demás tipos de trembolonas, en los que solo basta una inyección a la semana o a lo mucho dos.

Durante el uso de cualquier tipo de trembolona es muy recomendable agregar a la par al menos una pequeña dosis de testosterona para mantener niveles normales de esta hormona en el cuerpo, ya que el uso de trembolona resulta ser muy supresor para la producción natural de testosterona en el hombre. Por esta misma razón, es bastante importante el uso de un post-ciclo al finalizar su uso para así recuperar rápidamente la producción natural de testo.

La trembolona es uno de los más versátiles esteroides que hay y puede ser usado en conjunto con varios otros, los modelos fitness suelen agregar testo propionato, winstrol (estanozolol) y/o clembuterol junto con su uso de trembolona. Solo hay que tener cuidado de agregar un inhibidor de los estrógenos como es el arimidex (anastrozol), en caso de que se vaya a usar junto con esteroides que aromaticen como el dianabol (metandienona). También se debe procurar no ser combinado con deca-durabolin (decanoato de nandrolona) puesto que ambas sustancias son bastante supresoras para la producción natural de testosterona, además las dos tienen la habilidad de vincularse con los receptores de progesterona y esto pudiera incrementar la probabilidad de que ocurran efectos secundarios de esta naturaleza.